Una pelea por la tercera
plaza
Pese a que el Chelsea hace
ya un par de jornadas que decidió el vencedor de la Premier League, el partido
de Old Trafford entre Manchester United y Arsenal tenía mucho aún por decidir
en el campeonato. Ambos equipos se disputaban una más que jugosa tercera plaza
que da acceso a la Champions de forma directa, sin fases previas ni semanas de
más en la preparación del nuevo curso. Pese a no jugar a nada en el encuentro y
ser bastante inferiores a su rival, los gunners amarraron ese ansiado tercer
puesto.
Decía Van Gaal en la previa
que quería regalar un gran último partido en el ‘Teatro de los Sueños a su
afición esta temporada. Su equipo firmó un gran partido, pero su sueño se
esfumó También es cierto que el Arsenal no puso mucho de su parte para
evitarlo. La primera parte fue dominado por el conjunto local, que puso mayor
intensidad y más ganas por llevarse una victoria que le permita soñar hasta la
última jornada por esa tercera plaza.
El Arsenal directamente no
quiso ir por el partido, espero y se limitó a buscar alguna contra. Lo ha hecho
en muchos encuentros esta temporada el conjunto de Wenger pero no vio sus
frutos ante el United. La comodidad de los “red devils” se vio plasmada en una
primera mitad en la que se fueron por delante gracias a un golazo de Ander
Herrera.
No iba a reaccionar tampoco el Arsenal en la segunda mitad pese a un par de ocasiones claras en diez minutos en los que mejoraron levemente los gunners. De Gea había conseguido evitar los focos sobre él gracias a un buen partido de su equipo, pero no iba a lograrlo a poco del final. El guardameta español se retiraba lesionado y la grada le despedía por todo lo alto en el que puede que haya sido su último partido en Old Trafford. La salida del ex del Atlético conllevaba otra gran noticia para el fútbol español. Víctor Valdés se estrenaba por fin en la Premier League.
Cuando parecía que la lucha iba a continuar hasta la última jornada, la mala suerte se cebó con el United. Una jugada aislada de Walcott terminó con un centro que golpeó en Blackett y engaño a Valdés. Mala suerte para el español que aún no había tocado siquiera el esférico. Un gol que rompe el sueño del United de alcanzar la tercera plaza,
El
Arsenal vuelve al título y cierra así una gran temporada
El último partido de la
temporada en Inglaterra se cerró de la misma forma que se hizo hace más o
menos un año en Wembley, con el Arsenal campeón de la FA Cup. Eso sí, la final
requirió de mucho menos presión y menor tensión que el pasado. Los dirigidos
por Wenger se impusieron con claridad a un Aston Villa que se había plantado en
la final con todo el mérito del mundo pese a evitar el descenso, pero que hoy
se vio superado por uno de los equipos
que mejor fútbol ha practicado en el último tercio de Premier.
El ritmo de la primera mitad
fue propio de un partido de semejante calibre. Intensidad, presión incansable
por parte del cuadro de Sherwood, y ocasiones de peligro que hicieron vibrar al
repleto estadio londinense. También hay que decir que la gran mayoría de esas
oportunidades las creó el Arsenal, que si no abrió antes el marcador no fue por
otra cosa que por fortuna divina. Tras varios intentos, la más clara la tuvo el
nacido en Reino Unido, Walcott, en un
remate que todo el mundo vio dentro. El
peligro de los villanos llegaba sobre todo por medio, pero no lograba tener la
profundidad para una opción clara de gol.
Cuando parecía que el Villa
aguantaría el ritmo y que al descanso se irían con el cero a cero inicial,
apareció la jugada del gol. Tras una serie de pases que iban derribando las
ordenadas líneas de presión del Villa, Monreal sacaba un centro preciso para la
cabeza de Alexis, que muy inteligente cedía atrás para la llegada del protagonista
del gol. Walcott.
En la segunda mitad el Arsenal no iba a dar tregua a su rival y amarraría un título que no se le podía escapar, se lo merecían. Alexis marcaba el segundo con un disparo formidable desde 30 metros, nada pudo hacer el arquero. Era el gol de la tranquilidad gunner, el suspiro de alivio de un Wenger que ya veía a su equipo revalidando un título que había sido suyo hace un año.
Mertesacker haría el tercero
poco después con un gran remate para llevar por completo el éxtasis a la hinchada
gunner presente en Wembley. En el último suspiro, Giroud, que acaba de entrar,
haría el cuarto. Con esa victoria, el Arsenal se convierte en el equipo inglés
con más títulos en la FA Cup (12) y revalida el título del pasado año que
lograron ante el Hull.
La Premier y su nuevo rey
Su nombre significa un
poderío que se mantiene a lo largo de los años en la dinastía inglesa,
considerado a la vez uno de los clubes más grandes del mundo. Campeones, es un adjetivo que no se
les es ajeno, se podría decir que se encuentran entre sus genes, los genes de
los reyes de la Premier.
Su gran hinchada respalda
cada uno de sus títulos y a ese palmares
le agregamos el último con el que sumo su quinto galardón en la máxima
categoría de la Liga Inglesa, obra de José Maorinho que ya tiene tres con los “blues”. Un grande lleno de grandes,
es lógico no.
El Chelsea conquisto su
pentacampeonato al ganarle al CristalPalace por la mínima en el Stanford Bridge por
la jornada 37 tres encuentros antes de finalizar la temporada. Así cerro su título antes de que culminara
oficialmente la temporada, con una ventaja notable, insalvable ya, para el
Arsenal y el Manchester City.
Corría el domingo 3 de mayo, se jugaba una final
adelantada, se presentaría en sociedad al nuevo rey de la Liga, bueno ni tan
nuevo, este ya había usado la corona en algunas oportunidades. El estadio era
una marea azul, con una brisa muy fuerte a gol, a ese que les daría la
conquista del título.
El recinto estaba al tope de
espectadores, la hora se acercaba, hasta
que llegó, los jugadores salieron a la cancha de juego, como dije era una final
adelantada, el pitazo del árbitro dio inicio a las acciones y entre la
algarabía de los asistentes e hinchas se empezó a rodar la pelota al ritmo del
fútbol.
El cuadro de Londres impuso
su superioridad desde el inicio del curso, cuando se estableció en el liderato
y poco a poco se distanció de sus perseguidores, entre finos pases y sin mucho
esfuerzo empezaron a llegar al arco rival y por cosas del azar, no entraba
hasta el minuto 45, y quien mejor que su eterno capitán Hazard
, no había
alguien más autorizado para aquel gol.
Desato un grito tan alto que
parecían que se llevarían abajo al Stanford, bonita forma de despedirse, de un
grande, entre grandes, lo demás ya es historia sabida, al finalizar el partido,
se finalizó también con una ilusión resuelta y muchas que empezaron con ella.
El Chelsea campeón de la Premier League. Chlesea Champion of the Premier
League.
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